¿Orar? ¿Qué gano yo con eso?
05. mayo. 24

¿Cuántas veces intentamos obtener algo mediante la oración? Con esa actitud, desgraciadamente nos perdemos lo mejor que Dios quiere ofrecernos. Mediante la oración, pongo a los pies de la cruz de Jesús mi enojo, mi orgullo, mi avaricia, mi egoísmo, mi envidia, mis celos, mis pensamientos impuros, mis mentiras, mi impaciencia, mi desesperación y mi desánimo. Mediante la confesión y la renuncia a esas cosas, ¡logro la liberación! 

Así superé mi miedo al mundo invisible y a los poderes demoníacos que a menudo intentaban atormentarme. Cuanto más me entrego y me rindo a Dios Todopoderoso, más experimento su fuerza y su apoyo. Desde que empecé a comprender que lo que importa no es mi rendimiento, mi relación con Jesús ha adquirido una dimensión totalmente nueva. Él es mi amigo y por medio de la oración entro en su presencia. Él me alivia de mis cargas y me libera. 

¿Y tú? ¿Qué consigues cuando oras?

 Orad en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manteneos alerta y perseverad en oración por todos los santos.

Efesios 6:18

Texto de la semana: Efesios 6:10–19

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El Hijo de Dios nació en una familia que vivía del trabajo de sus manos. El padre de Jesús, José,...

  • 12. diciembre 2021

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