Los escépticos y los temerosos
21. abril. 24

Qué privilegio fue para los discípulos haber podido acompañar a Jesús durante más de tres años y compartir con él algunas experiencias excepcionales. Caminar sobre las aguas, alimentar a miles de personas con unos panes y peces, dar la vista a los ciegos, hacer caminar a los cojos, ¡ser testigo de la resurrección de los muertos! ¿No bastaba eso para demostrar que era el Mesías prometido?

Al parecer, la crucifixión había echado por tierra muchas certezas. Los discípulos estaban aterrorizados. Y cuando los acusaron de robar el cadáver, se desesperaron aún más. No creyeron lo que les contaron las mujeres, que Jesús había resucitado.

Entonces Jesús mismo se acercó a ellos y les dijo: «¡Paz! ¡Tocadme, dadme de comer y creed que soy yo!». No hay mayor prueba que esta: Jesús se apareció varias veces a sus discípulos. Lleno de amor y paciencia, animó a los escépticos y a los temerosos. 

¿Necesitamos más evidencias? 

[Estáis] arraigados y edificados en él.

Colosenses 2:7a

Texto de la semana: Lucas 24:33–49

Huellas

Hay una caravana moviéndose por el desierto. De vez en cuando el encargado se detiene y dice una...

  • 23. agosto 2020

¿Tiene alguna pregunta?

¿Sobre el contenido o sobre una relación personal con Dios? Póngase en contacto con nosotros. Sus datos serán tratados con absoluta confidencialidad.