¡Wow! ¡Eso sería genial! Solo pedir aquello con lo que he estado soñando mucho tiempo. Pero espera…. ¡No es fácil elegir el mejor de entre todos mis deseos! ¿Por dónde empiezo?

¿Por qué no hacer una lista y luego tachar los menos importantes? Al final, quedaría el deseo que supera a todos los demás. Sin embargo, ¿estás seguro de que es el mejor?

Vale la pena leer la historia de 1 Reyes 3, 1-15. En esta historia, Dios mismo le dio a Salomón, un joven rey muy inteligente, la oportunidad de expresar un deseo. Este joven tiene una rica historia de experiencia con su padre el rey David, pero no es suficiente para él, por eso su deseo principal es pedirle a Dios que le dé sabiduría, el más precioso de todos los regalos.

¡Cada semana encontrarás sabiduría bíblica en el calendario! Estos pensamientos deben desafiarte personalmente de una manera positiva.

Una noche, en Gabaón, el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré». 

1 Reyes 3, 5

Imagina que pudieras formular un deseo ante Dios…

Texto de la semana: 1 Reyes 3, 1-15