Aprender de la experiencia 
17. marzo. 24

La primavera pasada compré semillas de maíz y las sembré en una maceta en la terraza. Al principio, las plantas florecieron, cada vez más grandes y hermosas. Las cuidé lo mejor que pude. Sin embargo, al cabo de un tiempo, empezaron a cambiar de color y a marchitarse. Finalmente, se secaron por completo. ¿Qué pasó?

Tras investigar un poco, descubrí que el maíz tiene que cultivarse en campos. La maceta de la terraza no era lo adecuado.

Esta experiencia me enseñó una cosa:

Dios me creó para estar en relación con él, arraigado en él, como el maíz en el campo. Él me aporta los nutrientes que necesito para crecer y fructificar. Así que mis raíces necesitan espacio suficiente para recibirlos. Gracias a su perfecto cuidado, podré dar buen fruto.

¿De dónde obtienes tus nutrientes?

[Estáis] arraigados y edificados en él.

Colosenses 2:7a

Texto de la semana: Salmo 1

Una nueva vida

Mis padres tienen una pequeña granja en las montañas. Hace algún tiempo, me permitieron hacer una...

  • 11. mayo 2025

¿Quién está al mando?

El blanco crucero «Costa Concordia» resplandecía al sol mientras los pasajeros embarcaban en él....

  • 6. septiembre 2020

¿Por qué en Belén?

Las predicciones sobre el Mesías en la Biblia se refieren a un hombre del árbol genealógico del...

  • 5. diciembre 2021

Hast du Fragen?

Über die Inhalte oder über eine persönliche Beziehung zu Gott? Nimm Kontakt mit uns auf. Deine Angaben werden absolut vertraulich behandelt.